En verano, Can Comas se convierte en un paraíso ecuestre lleno de juegos, caballos y amigos. Nuestro casal es una experiencia única: cada día está repleto de actividades ecuestres, rutas, talleres, juegos al aire libre y mucha diversión. Nada de pantallas, todo real: sudor, tierra, risas y aprendizaje. Los niños y niñas montan a diario, conocen el cuidado del caballo, hacen nuevos amigos y viven aventuras inolvidables.
Con monitores atentos, un entorno seguro y una programación pensada para pasarlo genial. Ideal para desconectar, respirar aire puro y llenar las vacaciones de recuerdos diferentes.
¡Aquí las anécdotas no se suben a stories… se graban en la memoria!